Orientacion
La brujula.
La brújula es un instrumento que nos indica dónde está el polo Norte magnético. Está formada por
una “aguja” o circunferencia imantada en uno de sus extremos que, debido al campo magnético
terrestre, gira sobre un eje hasta señalar hacia dicho punto.
En torno a esa aguja hay una circunferencia graduada, en la que el Norte marca los 0º o 360º, el este
los 90º, sur 180º y oeste 270º.
La brújula ha de estar lo mas horizontal posible a la hora de utilizarla. Nunca hay que acercarla a
nada que posea magnetismo ni electricidad. Evitaremos utilizarla debajo de cables eléctricos o cerca
de vias de ferrocarril, Hemos de llevar siempre una en el material de supervivencia.
La Rosa de los Vientos:
Es una representación gráfica de los puntos cardinales. Tiene forma de estrella. En ella están
situados Norte (N), Sur (S), Este (E) y Oeste (W) cada 90º y Noreste (NE), Sudeste (SE), Suroeste
(SW) y Noroeste (NW) en la bisectriz de los puntos cardinales. A su vez, en la bisectriz de éstos
últimos se pueden colocar Nor-noroeste (NNW) Sur-sureste (SSE), Este-sureste (ESE)… (aunque
no aparecen en la rosa de los vientos).
Orientación por el Sol:
El Sol sale por el Este y se esconde por el Oeste. Sabiendo esto y cómo están situados los puntos
cardinales (o teniendo una rosa de los vientos) sabremos dónde está el norte. Método muy fiable.
Tres métodos:
-Desde pequeños nos enseñaron: ponemos los brazos en cruz, el derecho apuntando a donde sale el
sol y el izquierdo a donde se esconde y si miramos al frente ahí estará el Norte.
-¿Qué pasa si el Sol está situado encima y no sabemos ni de donde salió ni por donde se ocultará?
Hay una solución bastante sencilla. Colocamos un palo clavado en el suelo inclinándolo de forma
que no proyecte sombra alguna. Dejamos un rato hasta que haya una sombra de unos 15 cm. y
entonces la base del palo será el oeste y el final de la sombra será el este.
-El método del reloj: Apuntamos con la aguja de las horas hacia el sol y la bisectriz entre dicha
aguja y las 12 apuntará aproximadamente al Norte (dependiendo de si tenemos la hora solar o no).
Mapa
Es la representación gráfica del terreno con todos sus accidentes geográficos sobre una superficie
plana. El mapa de orientación es un mapa topográfico muy detallado, que refleja todas aquellas
características que afectan a la elección de la ruta y a su correcto desarrollo, ya que prevemos lo que
nos podemos encontrar en su recorrido.
La parte superior del plano nos indica el Norte. Hay una cuadricula graduada que nos indica los
meridianos (Norte-Sur) y los paralelos (Oeste-Este) para poder situarnos en el mapa.
Escala:
La escala es la relación constante entre las dimensiones existentes en el mapa y las que existen
realmente en el terreno. Por ejemplo un mapa de 1:50.000 nos indica que 1 cm. del mapa son
50.000 cm. en la realidad, o sea 500 metros.
Curvas de nivel:
Son una serie de líneas que nos indican los puntos del plano que están a la misma altitud respecto
del nivel del mar. Las líneas suelen colocarse cada 100 metros de altura, aunque normalmente hay
otras, de un color más claro, cada 20 metros. Si las seguimos, en algún lugar pondrá la altitud de esa
curva.
Son una buenísima fuente de información, ya que nos permiten conocer si estamos en un valle, si la
pendiente será de subida o de bajada, si nos enfrentamos a una montaña, un barranco, una garganta,
una pared, etc.
Orientación de un mapa:
Colocamos la brújula en posición horizontal sobre el mapa (también horizontal) y esperamos que se
estabilice hacia el Norte. Hacemos coincidir el Norte magnético marcado por la brújula con el Norte
del mapa:
-Con una brújula de campo lo realizaremos “a ojo”.
-Con una brújula para mapas haremos girar la brújula hasta que el Norte señale a la flecha que
poseen dichas brújulas. Una vez realizado esto giraremos el mapa hasta que los meridianos sean
paralelos a la dirección de esta flecha y a las líneas paralelas a ella que hay en la brújula.
Establecimiento de un rumbo:
Orientamos el mapa situando el centro de la brújula sobre la posición en la que nos hayamos.
Trazamos una recta imaginaria entre dicho centro y el lugar al que deseamos ir. Los grados que
marque la intersección de la recta con la circunferencia graduada serán nuestro rumbo, que
podremos llevar a la realidad, ya que el mapa está orientado.